Normalmente, aparte de deprimirnos, la solución que
buscamos es salir corriendo de compras y terminar comprando cosas de última
tendencia que, al final, sólo nos ponemos un par de veces.
Pero…en qué consiste realmente el síndrome “No tengo nada
que ponerme”? Vamos por partes. Lo primero es reconocer que este sentimiento no
tiene absolutamente nada que ver con el número de piezas que haya en nuestro
armario. En la gran mayoría de los casos, está claro que tenemos “muchas” cosas
que ponernos. Entonces, qué pasa? Pues bien, desde mi punto de vista, el origen
del síndrome tiene tres partes:
1. Quiero Sentirme Diferente
Creo que éste es el principal problema, y desde luego, es la causa de los
otros dos. Hasta la mujer con mayor autoestima del mundo siente, de vez en
cuando, ganas de verse “nueva”. La moda, naturalmente, es cambio, fantasía,
novedad. Es la forma más rápida de salir de la rutina sin cortarnos el pelo o
cambiar de tinte. Sin embargo, querer sentirse diferente, no significa que
debamos dejar nuestra personalidad a un lado. Una mejor opción es siempre
explorar otros aspectos de la misma, tomar riesgos, salir de lo seguro y
prestar mas atención a nuestro estado de ánimo para que sea congruente con lo
que nos ponemos. Lo que pasa es que la mayoría de nosotras nos vemos incapaces
de ver algo “nuevo” en nuestros armarios porque todo lo que contienen lo
percibimos como “viejo”, y es imposible sentirse diferente si nos ponemos lo
mismo que siempre, no? Pues bien, no tiene por qué ser así. Por qué nos cuesta
tanto sentirnos diferentes con nuestra misma ropa? -La respuesta está en el
siguiente punto:
2. Siempre Me
Pongo Lo mismo
Uno de los comentarios que más recibo de los lectores en mi blog, es que mi
armario debe ser “gigante”. Pues no, no lo es. De hecho es bastante pequeño. Lo
que pasa es que la gente percibe que nunca me pongo lo mismo porque…nunca me
pongo lo mismo! Eso no significa que no use las mismas piezas, pero siempre
trato de lucirlas de manera única. Cómo? Pues muy fácil. La solución no es
comprar más. La solución es comprar piezas de calidad que te duren toda la vida
y cuidarlas, así como nunca “casar” piezas para “toda la vida”.
Me explico. Un armario no se hace en dos días, igual que una personalidad
no se forma en dos días tampoco. Un armario tiene que tener profundidad e
historia; tiene que representar quien eres, de donde vienes y a donde vas. Eso
toma tiempo y absolutamente todo lo que entre en tu armario tiene que
satisfacer ese requisito. Un armario no puede ser “secuestrado” por una
tendencia, sino por lo que nos quede bien. Si compras cosas de buena calidad, y
las cuidas, te durarán siempre, y te proporcionarán miles de combinaciones.
En cuanto a lo segundo, lo que quiero decir es que cuando compramos algo,
casi siempre pensamos inmediatamente en como lo vamos a combinar. A menudo, una
vez que lo combinamos de una forma específica, nos es difícil poder imaginar
que pueda ir bien con otras piezas. De ahí la conclusión que siempre vamos
vestidas igual. La cuestión no es tener muchas o pocas cosas, sino tener
creatividad a la hora de buscar nuevas formas de lucir y combinar lo que ya
tenemos
3 .
Como No Me Veo Bien, Me Siento Mal
A veces nos damos por vencidas y terminamos poniéndonos cualquier cosa,
entonces salimos a la calle y nos sentimos feísimas. Claro! Es lógico sentirnos
así si nos hemos vestido sin tener en cuenta nuestro estado de ánimo o si no
estamos vestidas de acuerdo a la ocasión. Cuando nuestro estado de ánimo no es
congruente con lo que llevamos puesto, nos sentimos disfrazadas y eso nos hace
sentir peor. Si llevas algo que concuerda con tu personalidad, con quien eres y
con el estado de ánimo en el que te encuentras, la ropa será como tu escudo
protector, y no hay nada mas atractivo que sentirse bien con uno mismo. Eso es
tener estilo, y esa confianza propia es lo que hace que otra gente voltee a
vernos.
Y entonces…qué hago?
Estos son mis consejitos a seguir:
1. . Ordena
tu armario y categoriza las piezas para que estén juntas. Es decir, todas las faldas juntas; todas las blusas; todos los pantalones, etc. Esto te ayudará a
ver todo lo que tienes de manera individual y con nuevos ojos. También ordénalo por color, si te es posible. Muchas
veces las combinaciones nuevas e interesantes surgen a raíz de combinar dos
colores inusuales.
2. Cuando
quieras sentirte o verte diferente, trata de explorar otras facetas de tu
personalidad, pero sin dejar de ser tu misma.
3. Pon
atención a tu estado de ánimo. Es importante que tu ropa refleje cómo te
sientes. Tu personalidad se verá reflejada y realzada por lo que llevas puesto;
y lo que llevas puesto brillará gracias a tu personalidad.
4. Trata
de no escoger lo que te vas a poner hasta que te lo vayas a poner. Si lo
planificas muy por adelantado, cuando el dia llegue, puede que lo que escogiste
no sea congruente con tu estado de ánimo actual y, por ende, terminarás
sintiendo que no vas guapa.
5. Inspírate
en todo lo que tienes a tu alrededor; en la naturaleza y sus colores; en el
arte; en los libros; en el cine; en las siluetas que ves. Si ves una silueta
que te gusta, trata de buscar algo en tu armario que sea similar. Si ves una
combinación de colores atractiva o interesante, busca piezas que tengas en
tonos parecidos.
6. Cuida
lo que tienes. Parece mentira cuanta gente sigue las tendencias a rajatabla sin
darse cuenta que terminará viéndose igual a todo el mundo o con las mismas
piezas. Si cuidas lo que tienes, podrás lucir piezas únicas que nadie tiene y
serás completamente original. Tener estilo es interpretar la moda a tu manera
luciendo sólo lo que te queda bien a ti. Seguir todas las tendencias ciegamente
te convierte en un títere.
7. Rétate
a ti misma a combinar cada pieza de tu armario con por lo menos tres o mas
piezas. Igualmente rétate a combinar el mismo atuendo con accesorios
completamente diferentes.
Bueno, espero que mis consejitos os hayan ayudado un poco, y que de ahora
en adelante siempre tengáis algo “nuevo” que poneros! Y ya sabéis, os dejo
también aquí “La Llave del Armario”.
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